Ansiedad - Estudios Científicos
PAPEL TERAPÉUTICO DEL CANNABIDIOL EN EL
TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE
ANSIEDAD
Publicado en el año 2021.
En un estudio científico titulado Papel Terapéutico del Cannabidiol en el tratamiento de los trastornos de ansiedad - Análisis de la evidencia clínica y preclínica, por Carlota Carmona Barragán, para la Universidad del Pais Vasco; se pudo concluir en términos generales, la evidencia clínica y preclínica apoya el papel ansiolítico del CBD como posible vía de tratamiento alternativo para los trastornos de ansiedad.
La evidencia preliminar en ensayos clínicos en humanos sugiere un efecto ansiolítico del CBD. Además, el CBD ha demostrado ampliamente un buen perfil de seguridad y tolerancia. No muestra ningún potencial de abuso o dependencia. Por ello, el CBD podría combinarse con terapias psicológicas existentes.
CASO DE NIÑA DE 10 AÑOS CON TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y EL CBD
En el año 2016 se realizó un informe de un caso de una niña de 10 años que sufría
trastorno de estrés postraumático para evaluar la eficacia del CBD en el trastorno de ansiedad y sueño que sufría.
La niña había sido tratada previamente con farmacoterapia que había resultado ineficaz y además había experimentado efectos adversos con dicho tratamiento. El CBD fue administrado en forma de aceite en cápsulas de 25 mg al acostarse y como aerosol sublingual (6-12 mg/pulverización) durante el día según los síntomas que presentase.
La ansiedad de la paciente fue evaluada previamente usando SCARED, donde una puntuación superior a 25 indica un trastorno de ansiedad infantil. Nuestra paciente después de 5 meses de tratamiento con CBD, paso de tener una puntuación de 34 a 18, siendo la reducción del 47,06%. No se notificó ningún efecto adverso con el CDB en este caso. Los autores concluyeron que el aceite de CBD puede ser una opción eficaz a considerar para intentar reducir la ansiedad secundaria al trastorno de estrés postraumático.
ESTUDIO DE 72 PERSONAS CON ANSIEDAD Y EL CBD
En el año 2019, Shannon S., en un estudio titulado Cannabidiol in anxiety and sleep: a large case series, se incluyeron 72 individuos en dicho estudio, 47 de los cuales presentaban un trastorno primario de ansiedad. La mayoría recibió una dosis de 25 mg de CBD en forma de aceite en cápsulas como mínimo durante 1 mes, aumentando está dosis en algunos casos hasta 50-75 mg. Un individuo la aumentó gradualmente hasta 175 mg, sin presentar efectos
adversos. Los niveles de ansiedad fueron medidos mediante la escala de Hamilton, siendo una puntuación superior a 25 indicador de ansiedad severa. En general, las puntuaciones tanto en la escala de ansiedad como de sueño disminuyeron durante el primer mes, siendo la respuesta descendente más sostenida en el tiempo la ligada a los síntomas de ansiedad ya que se siguió estudiando a los pacientes que lo desearon durante 3 meses.
TRATAMIENTO CON CANNABIDIOL EN UN ADOLESCENTE CON ABUSO DE MÚLTIPLES SUSTANCIAS, SOCIAL ANSIEDAD Y DEPRESIÓN
En un artículo científico de Laczkovics, C., Kothgassner, O. D., Felnhofer, A., & Klier, C. M. del año 2020. En un adolescente de 16 años que sufría depresión, fobia social, trastorno de personalidad narcisista y abuso de múltiples sustancias (cannabis, MDMA, cocaína, éxtasis) y en el que había fracasado el tratamiento convencional con antidepresivos (sertralina) durante más de seis meses se probó la administración de CBD como opción terapéutica alternativa. Las dosis fueron inicialmente de 100 mg y fueron aumentando progresivamente durante los 2 meses que duró el estudio hasta 600 mg dada la buena tolerancia que mostraba el paciente.
Los síntomas de ansiedad y depresión fueron evaluados antes de iniciar la terapia con
CBD, a las 4 y a las 8 semanas, observándose una mejoría significativa. A las 3 semanas de iniciar el tratamiento con CBD el paciente suspendió de forma abrupta la toma de sertralina y el consumo de drogas ilegales, sin observar síntomas de abstinencia, ni cambios en el estado de ánimo.
TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD SOCIAL
TRASTORNO Y SÍNTOMAS PSICÓTICOS ATENUADOS CON CANNABIDIOL
En un estudio científico por Berger, M., Li, E., & Amminger, G. P. del 2020. Un varón de 20 años que sufría trastorno de ansiedad social grave, trastorno depresivo mayor, insomnio crónico y síntomas psicóticos atenuados; que había tenido una 15 respuesta insatisfactoria al tratamiento convencional con antidepresivos (mirtazapina 30 mg) y terapia cognitivo conductual durante 4 meses sumó CBD a su tratamiento habitual. La dosis de CBD fue progresivamente aumentando desde 200 mg/ día inicialmente hasta 800 mg/día al cabo de 8 semanas dada la buena tolerancia del sujeto y en búsqueda del efecto clínico óptimo. Después de 6 meses de terapia conjunta, mejoró la gravedad de su trastorno de ansiedad social, la calidad del sueño y desaparecieron los síntomas psicóticos.
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CANNABIDIOL COMO POSIBLE TRATAMIENTO PARA LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD
Cannabidiol as a Potential Treatment for Anxiety Disorders
Introducción
Cannabidiol (CBD), un componente del Cannabis sativa, es un fármaco farmacológicamente que en los últimos años ha atraído un interés creciente como tratamiento para una variedad de trastornos neuropsiquiátricos. El propósito de la revisión actual es determinar el potencial del CBD como tratamiento para trastornos relacionados con la ansiedad, mediante la evaluación de evidencia de estudios preclínicos, experimentales en humanos, clínicos y epidemiológicos. Descubrimos que la evidencia preclínica existente respalda firmemente al CBD como tratamiento para el trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno de ansiedad social, obsesivo-compulsivo, trastorno de estrés postraumático cuando se administra de forma aguda.
La evidencia de estudios en humanos respalda el papel ansiolítico del CBD, pero actualmente se limita a dosificación aguda, también con pocos estudios en poblaciones clínicas.
En general, la evidencia actual indica que el CBD tiene un potencial considerable como tratamiento para múltiples trastornos de ansiedad, y es necesario para más estudios de los efectos crónicos y terapéuticos en relevantes poblaciones clínicas.
Conclusión
La evidencia preclínica demuestra de manera concluyente la eficacia del CBD para reducir los comportamientos de ansiedad relevantes para múltiples trastornos, incluidos el trastorno de estrés postraumático, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo compulsivo y el trastorno de ansiedad social, con un notable falta de efectos ansiogénicos. Las acciones ansiolíticas del CBD parecen depender de CB1R y 5-HT1AR en varias regiones del cerebro; sin embargo, la investigación de acciones adicionales de los receptores puede revelar otros mecanismos. Los hallazgos experimentales en humanos respaldan los hallazgos preclínicos y también sugieren una falta de efectos ansiogénicos, efectos sedantes mínimos y una excelente perfil de seguridad. Los hallazgos preclínicos y humanos actuales en su mayoría implican una dosificación aguda de CBD en sujetos sanos, por lo que se requieren más estudios para establecer si la dosificación crónica de CBD tiene efectos similares en poblaciones clínicas relevantes. En general, esta revisión enfatiza el valor potencial y la necesidad de realizar más estudio del CBD en el tratamiento de los trastornos de ansiedad.
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USO DE CANNABINOIDES EN TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL
Introducción
El Trastorno de Ansiedad Social (SAD), es caracterizado como un miedo persistente y acusado a las situaciones sociales, debido a la pobre valoración que tiene sobre si
mismo y el temor de ser evaluado por el otro, resultando en una constante evitación que consolida la ansiedad en una firme posición de no exponerse a situaciones sociales displacenteras(1); también se le define como una condición psiquiátrica crónica e incapacitante, con una alta prevalencia y significancia clínica, por lo que es necesario un reconocimiento temprano y un tratamiento eficaz(2,3).
Los tratamientos actuales enfatizan el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), monoamino oxidasa (IMAO), inhibidores reversibles de la monoaminooxidasa A (RIMA), benzodiazepinas y anticonvulsivos con análogos del ácido gamma-amino butírico (GABA) como primera opción (4); sin embargo nuevos estudios plantean el uso de psilocibina para proporcionar beneficios terapéuticos a los pacientes con SAD que no remiten después de la terapia convencional(5), además se plantea el uso de cannabinoides.
Conclusión
Los estudios analizados, sugieren que el uso de los cannabinoides en trastorno de ansiedad social impresiona tener un perfil de eficacia y seguridad aceptable; sin embargo deben realizarse más estudios clínicos con poder estadístico suficiente para determinar qué afecciones relacionadas con la ansiedad podría manejarse con cannabinoides específicos; es decir para un tratamiento personalizado.
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TRATAMIENTOS CON CANNABINOIDES PARA LA ANSIEDAD: UNA REVISIÓN SISTEMÁTICA Y UNA CONSIDERACIÓN DEL IMPACTO DE LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO
Cannabinoid treatments for anxiety - A systematic review and consideration of the impact of sleep disturbance
Introducción
El cannabis tiene una extensa historia como terapéutico de amplio espectro en la medicina tradicional (Pertwee y Aguilar-Turton, 2014). Cada vez ha demostrado más eficacia en la psiquiatría moderna para el tratamiento de los trastornos del sueño y afectivos; cada uno de los cuales genera una carga sanitaria, económica y social significativa (Pertwee y Aguilar-Turton, 2014; Organización Mundial de la Salud, 2017; Zuardi et al., 2017). De los más de 500 compuestos de la planta de cannabis, el Δ-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) son los más descritos (Pertwee y Aguilar-Turton, 2014). En comparación con el THC, el CBD muestra un perfil generalmente alto de tolerabilidad y seguridad como ansiolítico y ayuda para dormir (Newton y Newton, 2020). Por lo tanto, la creciente disponibilidad y aplicación del CBD se presenta como una opción terapéutica potencialmente viable para el tratamiento de la ansiedad y los síntomas relacionados con los trastornos del sueño en comparación con las intervenciones farmacológicas actuales (Schier et al., 2012).
La ansiedad y la interrupción del sueño frecuentemente coexisten (Staner, 2003), y la presentación de un síntoma central de cualquiera de ellos puede preceder al desarrollo del otro (American Psychiatric Association, 2013). La compleja relación bidireccional entre la ansiedad y la alteración del sueño probablemente esté modulada a través de vías recíprocas compartidas de regulación neuroendocrina. Facilitadas a través de un circuito de retroalimentación negativa, la ansiedad o la interrupción del sueño pueden exacerbarse mutuamente de manera igual y cíclica (Hirotsu et al., 2015; Kalmbach et al., 2018).
La eficacia del CBD en el contexto de esta relación entre la ansiedad y los trastornos del sueño no se ha estudiado ampliamente. Los estudios preclínicos han explorado la interrupción del sueño inducida por la ansiedad en ratas utilizando una única administración de 1 μg/μl de CBD (Hsiao et al., 2012). La microinyección de CBD bloqueó la supresión del sueño de movimientos oculares rápidos (REM) inducida por la ansiedad a través de su efecto ansiolítico en lugar de a través de alteraciones en la regulación central del sueño, lo que sugiere un mecanismo de acción directo. Otros estudios emplearon rutas de administración de tratamiento y modelos de ansiedad similares en roedores; sin embargo, estos generalmente han carecido de medidas del sueño como resultados primarios, o han explorado de manera inconsistente administraciones únicas y/o repetidas y dosis variadas de CBD. Se observa una relación de dosis en forma de U invertida de la eficacia del CBD con respecto a la ansiedad: las dosis bajas e intermedias produjeron efectos ansiolíticos, mientras que las dosis altas no (Guimaraes et al., 1990). Teniendo en cuenta estos hallazgos preclínicos (Fogaça et al., 2014) y clínicos (Zuardi et al., 2017), existe una necesidad urgente de determinar tanto la eficacia como las dosis efectivas de cannabinoides para la aplicación terapéutica.
Las investigaciones emergentes respaldan que el CBD produce efectos ansiolíticos y que mejoran el sueño en grupos clínicos (Shannon et al., 2019). Los estudios de neuroimagen han demostrado además que las regiones corticales límbicas y prelímbicas asociadas con la ansiedad pueden modularse con una sola administración de 400 mg de CBD, lo que lleva a una reducción de la ansiedad y un aumento de la sedación mental (Crippa et al., 2004). Sin embargo, falta evidencia concluyente sobre dosis efectivas u óptimas de CBD y períodos de tratamiento para poblaciones clínicas. En parte, esto se debe a la duración fluctuante del tratamiento, las poblaciones de estudio restrictivas, el tamaño pequeño de la cohorte y la investigación limitada dedicada a explorar simultáneamente el efecto del CBD sobre los resultados de la ansiedad y el sueño. La ansiedad y los trastornos del sueño conllevan importantes cargas personales, económicas y de salud. Dada la creciente disponibilidad del CBD a pesar de la evidencia empírica no concluyente sobre su eficacia clínica en el tratamiento de la ansiedad humana y los trastornos del sueño, esta revisión sistemática tuvo como objetivo recopilar evidencia de tratamientos con cannabinoides, dosis y períodos de tratamiento, y resultados clínicos en poblaciones tanto sanas como clínicas. Además de esto, su objetivo es complementar la discusión sobre la relación bidireccional entre la ansiedad y la interrupción del sueño en términos del efecto que el CBD puede tener en las vías neuroendocrinas compartidas que regulan la ansiedad y el sueño.
Conclusión
Esta revisión proporciona evidencia de una relación dosis/eficacia en forma de U invertida para el CBD como ayuda para dormir y ansiolítico, con un umbral terapéutico mínimo probable de beneficio de 300 mg para un solo tratamiento. Aún se necesitan investigaciones adicionales que examinen las diferentes proporciones y los regímenes de tratamientos combinados con cannabinoides para comprender mejor las relaciones dosis/efecto y las rutas de administración beneficiosas en este contexto terapéutico. Algunos efectos ansiolíticos del CBD solo o en combinación con THC pueden a su vez afectar positivamente el sueño en determinadas poblaciones clínicas. A pesar de esto, se justifica urgentemente más investigación para evaluar la ansiedad y la sintomatología del sueño tanto de forma simultánea como longitudinal.
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EL “EFECTO SÉQUITO”: TERPENOS COMBINADOS CON CANNABINOIDES PARA EL TRATAMIENTO DE TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO Y DE ANSIEDAD
The ”Entourage Effect” - Terpenes Coupled with Cannabinoids for the Treatment of Mood Disorders and Anxiety Disorders
Sari Goldstein Ferber, Dvora Namdar, Danielle Hen-Shoval, Gilad Eger, Hinanit Koltai, Gal Shoval, Liat Shbiro4 and Aron Weller.
Psychology Department, Bar-Ilan University, Ramat Gan, Israel.
Publicado en el año 2020.
IMPLICACIÓN DE LOS CANNABINOIDES EN EL TRATAMIENTO DE TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO
Aunque tanto el THC como el CBD tienen potencial terapéutico, es el CBD el que se sugirió que exhibe una potencia relativamente alta para aliviar los trastornos del estado de ánimo: depresión, ansiedad y trastorno bipolar. En humanos, se ha demostrado que el THC tiene una eficacia potencial en la reducción de la depresión en la administración conjunta con CDB. El CBD es un componente no psicoactivo y ha demostrado efectos positivos en varios trastornos psiquiátricos, trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple y epilepsia y se considera que posee características neuro protectoras.
IMPLICACIÓN DE LOS TERPENOS EN EL TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DEL ANIMO
Además de los cannabinoides, otros metabolitos secundarios del cannabis han mostrado efectos ansiolíticos. Un estudio preclínico exhaustivo demostró que los productos químicos derivados de plantas como los alcaloides, terpenos, flavonoides, ácidos fenólicos, lignanos, cinamatos y saponinas poseen propiedades ansiolíticas al utilizar varios modelos animales de comportamiento similar a la ansiedad. Los terpenos son una clase importante de compuestos producidos por la Cannabis Sativa, aportando su aroma característico. Cada variedad de cannabis tiene un perfil terpenoide típico, que se diferencia de otras cepas tanto cualitativa como cuantitativamente según a sus cantidades relativas y al conjunto de los datos dados terpenos presentes. Los terpenos y terpenoides no son exclusivo del cannabis como muchas otras plantas productoras de flores también producirlos.
Es importante destacar que se sugirió que los terpenos no solo transmiten el olor de las diferentes flores de cannabis pero también en tener algunas capacidades terapéuticas, ya sea por sí mismos o como agentes coactivadores, mejorando la actividad beneficiosa de los fito cannabinoides en los humanos.
CANNABINOIDES, TERPENOS Y EL SISTEMA INMUNE
Hay abundante evidencia que apunta a una elevación de los marcadores inflamatorios en los trastornos afectivos. Por lo tanto, nuevos agentes terapéuticos pueden considerar esta alternativa.
Se ha demostrado que los cannabinoides modulan una variedad de funciones de las células inmunitarias en humanos y animales. Parece que los cannabinoides y sus agonistas pueden ejercer ambos efectos inmunomoduladores y neuro protectores. Por ejemplo, el CBD puede inhibir la migración de las células inmunitarias y, por tanto, inducir efectos antiinflamatorios.
LOS CANNABINOIDES Y EL EJE MICROBIOTA-CEREBRO
Curiosamente, se ha demostrado que la microbiota es un importante efector de la función cerebral normal y saludable. Casi 100 billones de bacterias habitan en el intestino humano. Anteriormente se reconocía que estos eran importantes para el metabolismo humano y desarrollo y función del sistema inmunológico humano.
Sin embargo, en estudios recientes se ha establecido que la microbiota intestinal también es importante para la función del Sistema Nervioso Central (SNC). Más específicamente, pueden afectar comportamientos relacionados con el estrés, la depresión, trastorno de ansiedad y posiblemente también trastorno bipolar activando sistemas de señalización y vías neuronales en el SNC.
EL “EFECTO SÉQUITO” DE LOS CANNABINOIDES Y TERPENOS PARA EL TRATAMIENTO DEL ESTADO DE ÁNIMO TRASTORNOS - PROPUESTA PARA FUTURAS INVESTIGACIONES
El “efecto séquito”, es la contribución positiva sugerida derivada de la adición de terpenos al efecto de cannabinoides. Esto significa que la totalidad del efecto es mayor que la suma de los efectos de su contribución regiones. El efecto séquito en el cannabis se postuló por primera vez por Mechoulam y Ben-Shabat. Sus hallazgos les llevaron a desarrollar la hipótesis de que otros productos biológicos inactivos, que acompañan a los cannabinoides endógenos primarios, aumentan su actividad. Russo describió el concepto de sinergia botánica, en el que una molécula dominante está respaldada por otros derivados de plantas: cannabinoides, terpenos, flavonoides y otras sustancias inactivas, para lograr un efecto farmacológico máximo. Russo revisa varios estudios, en los que un extracto de planta entera tuvo un efecto superior al cannabinoide purificado.
Se pueden encontrar interacciones sinérgicas entre diferentes cannabinoides (es decir, “intra-séquito”) y entre cannabinoides y terpenos (es decir, “inter-séquito”). De este modo, el aparato de cannabis debe optimizarse para contener mezclas de estos componentes combinados derivados de Cannabis sativa. Otra posibilidad es utilizar el extracto completo con todos los compuestos que producen la mayor actividad sinérgica.
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USO Y EFICACIA DEL CANNABIDIOL: EVIDENCIA DEL MUNDO REAL DE UNA CLÍNICA CANADIENSE DE CANNABIS MEDICINAL
Cannabidiol use and effectiveness real-world evidence from a Canadian medical cannabis clinic (pain, anxiety, depression)
Por Lucile Rapin, Rihab Gamaoun, Cynthia El Hage, Maria Fernanda Arboleda and Erin Prosk. Journal of Cannabis Research.
Publicado en el año 2021.
El cannabidiol (CBD) es un componente principal de la planta de cannabis; sin embargo, en los últimos años, el interés en los tratamientos con CBD han superado la investigación científica y los avances regulatorios, lo que ha generado un panorama confuso de información errónea y afirmaciones de salud sin fundamento. Dentro de los resultados limitados de los ensayos controlados aleatorios y la falta de confianza en la calidad del producto y en las pautas y dosis clínicas conocidas, la evidencia del mundo real de países con marcos regulatorios sólidos puede satisfacer una necesidad crítica para los pacientes y los profesionales de la salud.
A pesar de la creciente evidencia e interés, ningún estudio de datos del mundo real ha investigado todavía los informes de los pacientes sobre el impacto del CBD en el control de los síntomas en la expresión común de dolor, ansiedad, depresión y poco bienestar. El objetivo de este estudio es evaluar el impacto del tratamiento rico en CBD sobre la carga de síntomas, medido con una escala de evaluación de síntomas específica Edmonton Symptom Assessment System (ESAS-r), un instrumento de referencia para la valoración sintomática del paciente con cáncer avanzado.
Métodos: Este estudio observacional retrospectivo examinó el dolor, la ansiedad, los síntomas de depresión y el bienestar en 279 participantes mayores de 18 años, a los que se les prescribió un tratamiento rico en CBD en una red de clínicas dedicadas al cannabis medicinal en Quebec, Canadá. Los datos se recopilaron al inicio, 3 (seguimiento 1) y 6 (seguimiento 2) meses después del inicio del tratamiento. Los grupos se formaron según la gravedad de los síntomas (leve versus moderado/grave) y según los cambios en el plan de tratamiento en el seguimiento 1 (CBD versus THC:CBD). Se utilizó un Análisis de Varianza mixto de dos factores para evaluar las diferencias en las puntuaciones de la escala de evaluación de síntomas específicos (ESAS-r) entre grupos y entre visitas.
Conclusión: Este estudio observacional retrospectivo sugiere que el tratamiento rico en CBD tiene un impacto beneficioso sobre los síntomas de dolor, ansiedad y depresión, así como sobre el bienestar general, sólo en pacientes con síntomas de moderados a graves; sin embargo, no se observó ningún efecto sobre los síntomas leves.
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